viernes, 16 de diciembre de 2016

No juzquéis



A lo Sor Juana Inés de la Cruz…

No juzguéis.

Huir del que te ama, amar al que te huye. Despedazar al que duerme a tu lado y despertarse tranquilo como si la mañana hubiera lavado el odio. Perder la razón por una persona que te desprecia en proporción a la adoración que le dedicas. Soñar con cabalgatas sublimes y amores desenfrenados, y cocerse a fuego lento detrás de una puerta mediocre. Dar y no recibir; asombrarse de que nuestros regalos sean tan mal recibidos. Casarse para tener seguridad y no por el placer de la aventura; darte cuenta de que el matrimonio no te protege y la soltería no garantiza lo imprevisto. Soportar engaños y mentiras durante una vida y luego, irse por una insignificancia. No estar seguro de nada, ni del amor ni de los afectos, vivir en el país del quizá, no ser más que el punto de interrogación que dice: “Te amo”. Llorar la partida de alguien a quien no soportabas pero se fijó en tu corazón como una bufanda. Venerar, muerta a una persona a quien maltrataste, viva.

Estas son las inconsecuencias del amor. Hablar de amor es partir del desorden interior, hurgar en el fondo cenagoso del alma llena de bajeza y de nobleza. Pongamos en escena sin juzgarlas las locuras del corazón de los hombres.

“La paradoja del amor” de P. Brunckner
(El resumen es mío).

Karmen Martìnez

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