Me gustaría crear un oasis donde se pueda descansar: del
dolor, de la incertidumbre… de la adversidad. Un lugar dónde poderse recrear,
retroalimentar. Un lugar lleno de flores, de árboles y de pájaros, pero, sobre
todo, lleno de poesía.
Oasis
(Más que un poema es una oración)
Señor, presiento que tú me llamas
a cumplir un extraño mandamiento;
pero primero fortalece mi alma
para no fallarte por falta de talento.
Dame un remanso, Señor, dame un oasis
para refrescar mi corazón deshecho,
que luego seguiré hacia adelante
aunque sangren las heridas de mi pecho.
Caminaré por el desierto ignoto,
subiré la montaña escarpada,
llegaré hasta el sitio más remosto,
siguiendo en pos de tu imagen adorada.
Dame fuerzas para continuar mi sino,
que no desfallezca mi alma atribulada.
Indícame cuál será ese destino
para al fin descansar en tu morada.
Karmen Marìnez
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