Esperanza, primavera y la caja de Pandora
Los días tibios de enero y el
sol brillante unos días o difuminado, otros, comienzan a despertar el espíritu
que poco a poco sale de su letargo. El deseo de alcanzar la primavera, de dejar
atrás el viento frío y el invierno devuelven al alma la esperanza.
Maravillosa
primavera que logras conservar la esperanza y barrer el ayer y su melancolía.
Se dice que los hombres vivían
libres, sin fatiga ni enfermedad, pero tras la boda de Epimeteo y Pandora, Zeus
les regaló una caja, aconsejándoles que no la abrieran; contenía todos los males
del mundo: enfermedad, odio, hambre, muerte, dolor.
Pandora, terriblemente
aburrida y sin poder aguantar la curiosidad, abrió la caja. Se escaparon todos
los males y se esparcieron por el mundo, pero Pandora logró cerrarla antes de
que se escapara la esperanza.
Y es eso lo que, finalmente, nos sostiene en los
momentos álgidos.
Algunos dicen que la Esperanza fue la última en escapar de ahí que: “La Esperanza es lo último que se
pierde…”
Karmen Martìnez
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