Las desgracias pasan para depurar tu vida. Con la adversidad y la fatalidad desaparecen los amigos falsos, los amores fingidos, las elecciones equivocadas, la confianza infundada. Las promesas no cumplidas, el deseo insatisfecho y el autoengaño. Se aprende a vivir en la realidad; en el aquí y ahora, de este lado del espejo…
Karmen Martìnez
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