sábado, 29 de octubre de 2016

La desesperación



Intentando descifrar al complicado Soren Kierkegaard:


Enfermedad mortal significa un mal cuya salida es la muerte (…). La muerte termina con las enfermedades. 

La desesperación es morir eternamente, morir sin poder morir. Pero morir la muerte significa vivir la propia muerte; y vivirla un solo instante, es vivirla eternamente. 

¡Quimera! En la desesperación el morir se transforma continuamente en vivir. Quien desespera no puede morir; «como un puñal no sirve para matar pensamientos»

Nunca la desesperación, gusano inmortal, inextinguible fuego, devora la eternidad del yo. Es el ácido, la gangrena de la desesperación, el suplicio cuya punta, dirigida hacia el interior, nos hunde cada vez más en una autodestrucción impotente. 

La desesperación, enfermedad mortal.
Sôren Kierkegaard


Creo que es algo así como:

“Quiero ser el más grande”. Pero al no lograrlo, se desespera, sufre e intenta autodestruirse no por no ser el más grande sino por tener que quedarse con lo que se es, que, como sea, no es lo que se desea ser.

Si no consigo que me amen llegaré a la desesperación, no por no tener al ser amado sino por no haber sido capaz de conseguirlo o de retenerlo. No me duele que se vaya, me duele mi propia incapacidad para no haber podido impedir que se fuera”.

Bueno… más o menos.
Karmen Martìnez

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