Alma peregrina
El alma exaltada galopando al viento
liberarse intenta de férreas cadenas,
y romper ansía el terrenal enlace
disipando sombras, transformando brumas.
Se eleva esquivando el abismal vacío,
invocando sueños, buscando quimeras;
alas desplegadas hacia el horizonte:
crepúsculo de oro y de sangre teñido.
Viaja solitaria cual gaviota herida,
peregrina triste veloz se desliza,
persiguiendo anhelos y dulces recuerdos
de afanes truncados y amores perdidos.
Gira delirante en el silencio santo
de altura infinita y en risueño vuelo
sortea ventiscas, borrasca y estruendos,
diáfana y etérea, venero celeste.
Traspasa los nimbus y se inmoviliza
al frenar su vuelo un grillo obstinado;
volátil se esparce cual nube de niebla
y desciende en manto de fúlgida escarcha.
Karmen Martìnez
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