miércoles, 27 de julio de 2016


 Leyenda mexicana

Los volcanes que se encuentran en el Estado de México, el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl tiene una hermosa leyenda sobre su origen: 

Cuando el Imperio Azteca estaba en su esplendor y dominaba el Valle de México, el cacique de los Tlaxcaltecas, acérrimo enemigo de los Aztecas, decidió luchar por la libertad de su pueblo y se preparó para ir a la guerra. El cacique tenía una hija, llamada Iztaccíhuatl, era la princesa más bella; estaba enamorada del joven Popocatépetl, uno de los más apuestos guerreros de su pueblo. Popocatépetl pidió al cacique que le permitiera casarse con la princesa Iztaccíhuatl. El padre accedió gustoso y prometió que cuando regresara de la guerra lo recibiría con una gran celebración para darle la mano de su hija, si regresaba victorioso.

Un rival de Popocatépetl, le dijo a la princesa Iztaccíhuatl que él había muerto durante el combate. Abatida por la tristeza, la princesa murió. Tiempo después, Popocatépetl regresó victorioso a su pueblo. A su llegada, recibió la terrible noticia sobre el fallecimiento de la princesa. Entristecido vagó por las calles durante varios días y noches, hasta que decidió hacer algo para honrar su amor y que el recuerdo de la princesa permaneciera en la memoria de los pueblos. Mandó construir una gran tumba ante el Sol, amontonando 10 cerros para formar una enorme montaña.

Tomó entre sus brazos el cuerpo de su princesa, lo llevó a la cima y lo recostó inerte sobre la gran montaña. El joven guerrero le dio un beso póstumo, tomó una antorcha humeante y se arrodilló frente a su amada, para velar así, su sueño eterno.

Desde aquel entonces permanecen juntos, uno frente a otro. Con el tiempo la nieve cubrió sus cuerpos, convirtiéndose en dos enormes volcanes que seguirán así hasta el final del mundo.

La leyenda añade, que cuando el guerrero Popocatépetl se acuerda de su amada, su corazón que guarda el fuego de la pasión eterna, tiembla y su antorcha echa humo. Por ello hasta hoy en día, el volcán Popocatépetl continúa arrojando fumarolas.

Karmen Martìnez


Mexican legend

The volcanoes found in the State of Mexico, Popocatepetl and Iztaccihuatl has a beautiful legend about its origin:

When the Aztec Empire was at its peak and dominated the Valley of Mexico, the chief of the Tlaxcaltecas, sworn enemy of the Aztecs, he decided to fight for the freedom of his people and prepared to go to war. The cacique had a daughter named Iztaccihuatl, was the most beautiful princess; she was in love with the young Popocatepetl, one of the most handsome warriors of his people. Popocatepetl asked the chief to let him marry the princess Iztaccihuatl. The father gladly agreed and promised that when he returned from the war would receive with a big celebration to give his daughter's hand if he returned victorious.

A rival of Popocatepetl, told the princess Iztaccihuatl that he had died in combat. Dejected by sadness, the princess died. Later, Popocatepetl returned victorious to his people. Upon arrival, he received the terrible news of the death of the princess. Saddened wandered the streets for several days and nights, until he decided to do something to honor his love and the memory of the princess remained in the memory of peoples. He built a large tomb before the Sun, amassing 10 hills to form a huge mountain.

He took in his arms the body of his princess, took him to the top and laid him on the great mountain inert. The young warrior gave him a posthumous kiss, took a smoky torch and knelt before his beloved, to ensure that their eternal sleep.

Since then they stay together, one against another. Over time the snow covered their bodies, becoming two huge volcanoes continue to do so until the end of the world.

The legend adds that when the warrior Popocatepetl remembers his beloved, his heart that keeps the fire of eternal passion, and shakes his torch fuming. Therefore until today, Popocatepetl volcano continues spewing fumaroles.
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légende mexicaine

Les volcans trouvés dans l'État du Mexique, Popocatepetl et Iztaccihuatl a une belle légende sur son origine:

Lorsque l'Empire aztèque était à son apogée et dominait la vallée de Mexico, le chef de la tlaxcaltecas, ennemi juré des Aztèques, il a décidé de se battre pour la liberté de son peuple et prêt à aller à la guerre. Le cacique avait une fille nommée Iztaccihuatl, était la plus belle princesse; J'étais amoureux de la jeune Popocatepetl, un des guerriers les plus beaux de son peuple. Popocatepetl a demandé au chef de le laisser épouser la princesse Iztaccihuatl. Le père a accepté volontiers et a promis que quand il est revenu de la guerre recevrait avec une grande fête pour donner la main de sa fille s'il est retourné victorieux.

Un rival de Popocatepetl, a déclaré à la Iztaccihuatl princesse qu'il était mort au combat. Découragé par la tristesse, la princesse est morte. Plus tard, Popocatepetl revint victorieux à son peuple. À l'arrivée, il a reçu les terribles nouvelles de la mort de la princesse. Attristé erraient dans les rues pendant plusieurs jours et nuits, jusqu'à ce qu'il décide de faire quelque chose pour honorer son amour et la mémoire de la princesse est resté dans la mémoire des peuples. Il a construit un grand tombeau avant le Soleil, amassant 10 collines pour former une énorme montagne.

Il prit dans ses bras le corps de sa princesse, l'a emmené vers le haut et le coucha sur le grand inerte de montagne. Le jeune guerrier lui donna un baiser posthume, prit un flambeau enfumé et se mit à genoux devant sa bien-aimée, pour assurer que leur sommeil éternel.

Depuis lors, ils restent ensemble, l'un contre l'autre. Au fil du temps la neige couvrait leurs corps, devenant deux énormes volcans continuent de le faire jusqu'à la fin du monde.

La légende ajoute que lorsque le guerrier Popocatepetl se souvient de son bien-aimé, son cœur qui maintient le feu de la passion éternelle, et secoue sa torche fumante. Par conséquent, jusqu'à aujourd'hui, volcan Popocatepetl continue crachant des fumerolles.

Karmen Martìnez

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