domingo, 29 de mayo de 2016

De Pablo Neruda


Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, 
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, 
en regiones contrarias, en un mediodía quemante: 
eras sólo el aroma de los cereales que amo. 
Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa 
en Angola, a la luz de la luna de Junio, 
o eras tú la cintura de aquella guitarra 
que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido. 
Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria. 
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato. 
Pero yo ya sabía cómo era. De pronto 
mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida: 
frente a mis ojos estabas, reinándo, y reinas. 
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.
Un poema que trata del recuerdo del amor, un amor que, posiblemente, no sea correspondido. Se puede seguir amando a pesar del tiempo y la distancia, se puede estar enamorado sin ver, sólo con los recuerdos y la esperanza. Es la fuerza del corazón.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario