Espacio infinito
Ríos qué cruzar, mares qué navegar, cielos qué surcar, espacios que llenar y tiempos qué trascender...
La clave está en el tiempo y el espacio: lineal, espiral, circular o en eterno retorno.
Iris
Iris se llama esa niña,
bella cual rosa temprana:
dulce, fresca y primorosa
como en abril la mañana.
De una apacible gacela
tienes la grácil figura
y aterciopelados ojos
inundados de ternura.
Tu nombre, Iris preciosa
lleno está de poesía
y de brillantes colores,
de música y alegría.
Más la belleza, pequeña,
efímera y pasajera
se esfuma como el rocío
bajo el sol de primavera.
En el ocaso la vida
cual quimérica ilusión
va cual sombra peregrina,
y es un sueño, una ficción.
Por eso, Iris querida,
adorna tu entendimiento
con rosas de olor fragante
como el saber y el talento.
Qué... rosas tiene el rosal,
espinas y, tristemente,
las rosas se extinguen pronto,
las espinas viven siempre.
Complementa tu belleza
con amor, sabiduría
y tu ternura no pierdas
ni dulzura ni alegría.
Así, mi dulce pequeña,
Dios y el cielo te bendigan.
Que permanezcas hermosa
y jovial toda la vida.
Karmen Martìnez
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