Cuántas veces nos sentimos atraídos hacia una persona y al mismo tiempo tenemos ese sentimiento de confusión: lo amamos o lo despreciamos; lo extrañamos si está ausente y si está presente no sabemos qué hacer con él. Deseamos refugiarnos en él pero en su presencia sentimos una pared que nos separa y nos repele.
Nos perdemos en sus ojos y vagamos a través de su mirada hacia sentimientos desconocidos, pero, cuando adquirimos consciencia nos retiramos como si algo nos quemara y nos indujera a ponernos en guardia.
De acuerdo con Freud, En el inconsciente se encuentran los deseos, instintos y recuerdos reprimidos porque nos resultan inaceptables a causa de las valoraciones morales; es la capa más profunda de la mente y se identifica en gran medida con el ello (ego).
Una de las razones que alude Freud:
La mente no es transparente a sí misma: para la tradición filosófica, la Razón era uno de los atributos esenciales y propios del ser humano; a partir de la filosofía de Descartes se añadía también la autoconsciencia, al punto de acabar identificando la mente con el ser consciente o poder ser consciente voluntariamente; se suele indicar que los enunciados mentalistas en primera persona son "incorregibles" en el sentido de que presentan verdades indudables ("pienso, luego existo", sería la máxima expresión de este tipo de enunciados). Desde la perspectiva tradicional parecía imposible tener un deseo sin ser consciente de él, o que se llegue a odiar a alguien creyendo que le amamos; el psicoanálisis declara que este tipo de "opacidad" es perfectamente posible.
Escisión del sujeto: el psicoanálisis considera que en el interior del sujeto hay elementos opuestos, enfrentados: se puede amar y odiar a la misma persona, desear y no desear lo mismo, saber y no saber algo. Enfrentándose a la concepción tradicional del psiquismo que declara la perfecta identidad del sujeto consigo mismo, y que en las versiones más metafísicas culminará en la idea de alma.
Es precisamente a partir de estas tesis como poco a poco la psicología ha ido cuestionando de modo cada vez más radical nociones tradicionales como la de libertad y responsabilidad moral. los fenómenos de hipnosis le mostraron que podemos saber algo sin saber que lo sabemos, y que podemos desear algo sin saber la auténtica razón de ese deseo.
la referencia a una motivación inconsciente permite comprender los actos fallidos (acciones aparentemente desprovistas de sentido por ser contrarias a la intención de la persona que las realiza) y las confusiones verbales o "lapsus lingue" que ocurren en la vida cotidiana y a personas normales; el mundo simbólico de los mitos, novelas y en particular los sueños; el análisis de los sueños era para Freud "el camino real" para acceder a la provincia de lo Inconsciente. Los sueños sólo se pueden entender a partir de un significado profundo, no consciente, distinto del significado explícito y superficial;
sus estudios sobre la histeria le hicieron ver que en la mente pueden existir experiencias y motivaciones determinantes de la conducta y de la salud física sin que, por efecto de la represión, se sea conscientes de ello; los efectos de la terapia psicoanalítica sólo se comprenden a partir de la teoría de la represión y de la descarga de una fuerza emocional inconsciente.
Diccionario de psicología científica y filosófica.
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