como llegan los ocasos
cuando muere la luz del día,
sintiendo el alma en pedazos
llena de melancolía.
Así como en esas noches
que al contemplar las estrellas
parece que están llorando,
aún cuando están tan bellas
en el cielo titilando.
.
Es un dolor callado
tal como el que el árbol siente
cuando su rama desnuda
en el invierno inclemente
brilla a la luz de la luna.
Ahora ya sin primavera
con el alma en desconcierto
marchita en pleno verano
pensando en el futuro incierto
de los sueños... la quimera.
Karmen Martìnez
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