domingo, 13 de julio de 2025

Ya no busques...

 Ya no busques…


Ya no busques...


―Perdido en la niebla, trémulo, extasiado; lejos, ya muy lejos en algún lugar.

― ¿Bello? ―Sí, muy bello.

― ¿Grande? ―Sí, muy grande, pero muy lejano ya de tu existencia.


―Yo sé que algún día estaremos juntos, tú hallarás la forma de llegar a mí,

y estaré esperando al clarear el alba que en la nívea espuma te regrese el mar.


―Cuando en el invierno el dolor te agobie, piénsame, evócame con el mismo amor.

No dejes que el frío congele el recuerdo ni la nieve borre de tu corazón

el cariño inmenso, la dulce mirada, el afecto grato y la gran ternura

que me profesaste desde el primer día en que me acogiste con gran devoción.


Ya no busques, madre, en el cementerio la esencia de mi alma y a tu pena alivio;

el sepulcro guarda solo la figura que un día, amorosa, formaste en tu seno.

Búscame en las olas, búscame en la brisa, en las suaves notas de una melodía;

busca en el arpegio: acordes y tempo, que recoge el mar y dispersa el viento.


Karmen Martìnez


Arpegio es la ejecución de las notas de un acorde.

Acorde, conjunto de notas que producen una sensación armónica.

Tempo, es la velocidad o ritmo [se mide en las pulsaciones por minuto] con la que se toca una pieza musical).

 



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