miércoles, 9 de agosto de 2023

En tu cumpleaños, corazón.

 


Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.

Ausencia

Jorge Luis Borges


martes, 1 de agosto de 2023

Reír llorando

 


"Ningún árbol puede crecer hasta el Cielo, a menos que sus raíces alcancen hasta el Infierno".
Carl Jung…

Viendo a Garrick -actor de la Inglaterra-
el pueblo al aplaudirle le decía:
«Eres el mas gracioso de la tierra
y el más feliz...»
Y el cómico reía.
Víctimas del spleen, los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores
y cambiaban su spleen en carcajadas.
Una vez, ante un médico famoso,
llegóse un hombre de mirar sombrío:
«Sufro -le dijo-, un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.
»Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única ilusión, la de la muerte».
-Viajad y os distraeréis.
- ¡Tanto he viajado!
-Las lecturas buscad.
-¡Tanto he leído!
-Que os ame una mujer.
-¡Si soy amado!
-¡Un título adquirid!
-¡Noble he nacido!
-¿Pobre seréis quizá?
-Tengo riquezas
-¿De lisonjas gustáis?
-¡Tantas escucho!
-¿Que tenéis de familia?
-Mis tristezas
-¿Vais a los cementerios?
-Mucho... mucho...
-¿De vuestra vida actual, tenéis testigos?
-Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.
-Me deja -agrega el médico- perplejo
vuestro mal y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
sólo viendo a Garrick, podréis curaros.
-¿A Garrick?
-Sí, a Garrick... La más remisa
y austera sociedad le busca ansiosa;
todo aquél que lo ve, muere de risa:
tiene una gracia artística asombrosa.
-¿Y a mí, me hará reír?
-¡Ah!, sí, os lo juro,
él sí y nadie más que él; mas... ¿qué os inquieta?
-Así -dijo el enfermo- no me curo;
¡Yo soy Garrik!... Cambiadme la receta.
¡Cuántos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!
¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora,
el alma gime cuando el rostro ríe!
Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma,
un relámpago triste: la sonrisa.
El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas.

David Garrick, (1717-1779) una de las principales figuras figuras del teatro del siglo XVIII, quien inspiró este poema casi dos siglos después de su muerte a Juan de Dios Peza (1852-1910) era un dramaturgo y actor inglés, productor de teatro, era también escritor y guionista y actor, del género de las comedias dee William Shakespiare (1564.1616). Es probable que esa sea la razón que inspiró a Juan de Dios; por la interpretación de las obras tan complejas y tan contrastantes de Shakespiare: comedias, tragedias: "Cleopatra y Marco antonio", "Hamlet", "Otelo", "Romeo y Julieta" y muchas más, todas impactantes y sorprendentes y todas terminan en tragedia.

"Reír llorando"
Juan de Dios Peza

Misterio (Perdida entre las olas)

 


Misterio

(A Samuel Eduardo)

La muerte me arrebata tu juvenil ternura; conjunto idolatrado de varonil nobleza.
Enigma desolado, destino ineludible, de un dolor inhumano mantiene a mi alma presa.

Al mirar tu retrato y encontrarme tus ojos de brillante y dulce miel cautiva en tus pupilas
mi razón busca en vano encontrar un intersticio que me introduzca en tu alma de aguas claras, tranquilas.

Pero yo…

No logro descifrar la enigmática mirada de ojos tan profundos que me hieren el alma:
miradas que se callan cerradas al misterio, tras velo inescrutable de dudas o de calma.

Emerges de mi alma doliente y aterida, dejándola vacía y perdiéndose en la nada;
sin rumbo, como barca en mitad del mar nocturno, sin brújula ni velas, en negra marejada.

Olvidada y confusa mirando a las estrellas, buscando un horizonte en la noche tenebrosa;
mi alma de cristal, impresionable y sensitiva se agita, aleteando: extraviada mariposa.

Mi corazón deshecho te grita delirante, te busca revolviendo los sueños y la bruma;
flotando entre las sombras, hendiendo la agonía, en monte, en cielo y en, del vasto mar, la espuma.

Pero tú no respondes y mi voz no te alcanza y un profundo silencio por olas quebrantado,
retumbando en la noche opresiva y misteriosa los latidos frena, de mi corazón desgarrado.

El brillo de esos ojos que ocultan horizontes, estrellas en la noche desierta y solitaria;
si ríen o si lloran o vuelan con el viento, ¡quién pudiera adivinar que ocultan o qué callan!

Te quedarás en mi corazón, joven por siempre. No surcarán las arrugas ya tu adorable faz
ni marchitarán las canas tu lozana frente ni volverá el mundo a lastimarte jamás.

Ve en paz, amor mío, busca un lugar de ensueño; encuentra a aquellos, todos los que te amaron tanto.
Sé feliz en el tiempo y el espacio infinitos, y sigue con tus notas, tus sueños y tu canto.

Karmen Martìnez