jueves, 24 de marzo de 2022

Búsqueda

 

"Una angustiante obstinación me indujo a una dificultosa búsqueda. Visité aquel infierno; bajé a él, me empapé en sus negras y turbulentas aguas, olí su tufo pestilente, probé su amargo sabor y, después, violentamente, fui a caer a un pegajoso pantano del que ni el Ave Fénix, creo, podría salir limpio; irrumpiendo atemorizada en ese lugar sombrío, “en esa tela de arañas”.

 

Temía caer en una trampa: ser atrapada por la espiral retrospectiva del tiempo y transportada en un viaje sin retorno hacia ese mundo. Desembocar en aquel laberinto sin lugar ni tiempo; en aquel mundo alterno o inframundo donde habitaban “entes etéreos”, y convertirme en otro más. Quedarme flotando en las pesadillas, detrás de un espejo o en el pasado…"

 

Dos mirlos blancos revoloteando en el lago

sábado, 19 de marzo de 2022

El silencio de la alondra (novela)

 

La tarde se aleja y el viento se lleva tu triste lamento. La luna se posa en tu frente creando un aura espectral, el agua corre por tu rostro confundiéndose con tus lágrimas que, hasta ahora, comienzan a brotar y tus ojos se cierran adormecidos, cansados de tanto dolor. Cuando los abras todo habrá pasado y el tiempo habrá dejado otra cripta en tu corazón […] Vagabundeas desolada por el campo solitario. La alondra ha enmudecido y sus poemas no se oyen más, tal vez emigró a lugares más risueños... tal vez…
Enfrentas un dilema: el anverso de tu pasado contrapuesto a la complejidad de tu presente abre huecos en tu destino y te arroja a una espiral fluctuante, un torbellino que amenaza con desarraigarte de tu tiempo real y de la mortalidad […]















Con un esfuerzo sobrehumano tratas de reinventarte, de trascender. Igual que la alondra te apresuras antes de que el viento frío del otoño comience a arrastrar consigo recuerdos y hojas secas. Levantas el vuelo cual pájaro errante y te pierdes en la engañosa bifurcación de los caminos, en la enmarañada confusión de la existencia, dejando atrás tu legado de canto y poesía; surcando las corrientes del aire, del tiempo y la distancia.

El silencio de la alondra (novela)

Espacio-Tiempo

 

 

El tiempo-espacio corre y se acumula con una velocidad desesperante. El ayer rápidamente se aleja; el hoy no dura y el mañana llega de una manera imprevista y veloz. No hay forma de detenerlo, de retenerlo, de hacerlo durar.

Nosotros nos vamos, irremediablemente, con él. Nos gustaría tener un ancla de donde asirnos, pero es imposible. Entre más nos resistimos más lastimados resultamos, pues nos arrastra y nos impulsa con su fuerza devastadora.

¿A dónde iremos la tibia tarde en que emprendamos el viaje definitivo? ¿Qué lugares desconocidos vamos a encontrar en nuestra misteriosa travesía? ¿A quién, nos estará permitido volver a besar, a abrazar, a darle todo el amor que estamos guardando en el corazón?

Insistentes preguntas sin respuesta; únicamente la fe, cada vez más escasa, responde.

Karmen Martìnez