Hay un día en la vida en que se te rompe el alma; el corazón se queda sangrante y despedazado. Ya nunca lo podrás cambiar. Se convertirá en un recuerdo grabado en fuego vivo. Cada movimiento te recordará que estuviste a punto de colapsar. Tu vida continuará entre las sombras. Sonrisas para los demás y lágrimas de amargura vertidas en tu interior. Lágrimas que nadie verá nunca. Te verán cantar y sonreír. Pueden llamarte frívola, es preferible a que te digan melancólica. Pero esa melancolía ya no te dejará jamás.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario