A mi padre y a mi hijo (in memoriam)
Unidos en el tiempo y en el espacio siempre infinitos...
Roble majestuoso de imponente tronco,
raíces profundas y erguido hacia el
cielo;
jamás doblegado por los vendavales,
jamás doblegado por los vendavales,
armonioso y dulce, longevo y
esbelto.
Cuántas tempestades con valor
pasaste
en agreste suelo, vapuleado y solo.
Nunca te doblaste, resistiendo
airoso
tormentas, ráfagas, fragores y estruendos.
Caballero dulce de afable presencia;
conjunto invaluable de grande nobleza,
forjador de sueños, voluntad de roca.
¿Dónde están tus sueños quiméricos y esquivos
y tu alma tan fecunda envuelta en el dolor?
Viajero solitario, enigma inescrutable,
errante por la noche eterna y misteriosa.
Resquicios en mi alma, ternura y nostalgia;
t us brazos recios mi nido de paloma,
de mi miedo abrigo, alivio de mis penas.
Liberada mi alma de su investidura
ansiosa de tu luz su rayo seguirá;
surcando la neblina hasta alcanzar tu estrella.